Querida
persona, paciente que desconozco, que te siento cercano, con la incertidumbre
sobre tu futuro y ansioso por superar esta situación que pasará. Ánimo. Procura
no preocuparte en exceso, el miedo seguramente no te ayudará en estos momentos.
Confía en las personas que te cuidan.
Te
escribo con la ilusión de trasladarte un mensaje de esperanza, de confianza en
nuestro sistema de salud, en su capacidad y la de los profesionales que lo
componen.
Seguramente
necesites, como otros, liberarte del miedo y cantar interiormente el Resistiré, el No te rindas… Tus células te escucharán,
te obedecerán y se pondrán a trabajar, así podrás aumentar tus defensas, porque
tú se lo pides y tú deseas que así sea.
Con
esa actitud positiva, y sintiéndote acompañado por tu familia, amigos y los
millones de personas que estamos en nuestras casas, pero empujando para que
todo esto mejore, tú mejorarás y la salud volverá para que puedas regresar con
los que te quieren y esperan. El personal que te cuida seguro ponen todo
de su parte para que lo puedas conseguir. Aunque no os podamos visitar, todos
estamos con vosotros.
Un
abrazo.
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