Mi agradecimiento a todo el
personal del Hospital del Bierzo, y en especial al Servicio de Medicina Interna
(plantas 1ª A y B) y Servicio de Urgencias.
Cuando estás acostumbrada a
ir al hospital porque es donde trabajas, donde pasas más tiempo incluso que en
tu propia casa y compartes tu vida con tus compañeros, se convierte en tu
hogar, lo ves, de lo más normal, porque es tu casa.
Cada día te pones tu
uniforme, que es tu armadura, el que te da la fuerza y el que te hace la coraza
para afrontar el día a día, para cuidar a los demás, para animarlos y
alentarlos.
Pero el día que entras por
la puerta no para ponerte tu armadura, si no para ponerte un pijama de rayas,
la cosa cambia, te sientes frágil, perdida, asustada, te adelantas a los
acontecimientos antes de que sucedan porque ya sabes lo que va a pasar y el
miedo se apodera de ti… Pero en ese momento te encuentras con unos
profesionales que te miman, que te cuidan, que te dan fuerza y ánimo, que hacen
que no te caigas y si te caes te ayudan a levantarte una y otra vez, con una
sonrisa a pesar de los problemas que ellos tienen, del exceso y sobrecarga de
trabajo, del miedo que están pasando por ellos y por sus familias.
Cómo agradecer lo que he
sentido en estos días, de compañeros que conocía y de otros que no conocía, se
han desvivido por mí, animándome, ayudándome, poniendo su mano en mi mano,
incluso más… Sacándome una sonrisa
cada mañana y tranquilizándome cada noche para que me durmiera con un "todo saldrá bien".
Estaré eternamente
agradecida, y no hay palabras que puedan expresar la gratitud que siento. A
cada uno de vosotros, gracias, gracias por tanto. Os quiero 💓💓
Ana María